Francisco Eslava: "Ha llegado la hora pues de consolidar nuestra democracia".

Discurso pronunciado por Francisco Eslava Rodríguez el pasado día 30 de abril de 2010, con motivo del nombramiento de Francisco Rodríguez Ojeda, “Curro Elías”, como hijo predilecto de Carmona.

"Sr. Alcalde, miembros de la Corporación Municipal, paisanos y amigos todos: Sirvan unas breves palabras de comunicación emotiva en este acto en nombre de la familia de Curro Elías.

El pueblo de Carmona siempre fue, noble y leal, como reza en su tratamiento nobiliario; pero además, ese pueblo tangible, de nombres y apellidos, de apelativos comunes, de motes y de apodos seculares, adquiere el rango de magnánimo cuando rinde honores a sus hijos. Y más aún cuando la distinción recae en los hijos que surgen y destacan como líderes por la voluntad popular. Por ello, nos produce una profunda satisfacción que, vosotros, representantes del pueblo carmonense, seáis dignos seguidores de este espíritu de honestidad. Nuestra grandeza como pueblo radica en nuestras raíces, apegadas a la familia y al trabajo en la lucha por mejorar el presente, y sobre todo, conseguirlo en libertad. Pero la libertad, cuesta sacrificio y perseverancia. En esta lucha por la libertad y la democracia siempre estuvo involucrada nuestra ciudad, con hombres y mujeres que, con desigual suerte, nos transmitieron el espíritu permanente de una Carmona sin complejos, culta, próspera, dinámica y en paz. Ese era el sueño de aquel alcalde, de nuestro Curro Elías, y de muchos que como él, lo dieron todo por su pueblo.

Vosotros sois hoy los herederos de ese espíritu que nos llega desde lo más profundo del corazón con la enseña más apreciada por el pueblo: la democracia. Y siguiendo ese credo que nos legó el hijo predilecto os insto a no tener miedo a las discrepancias, a la reivindicación, a la posibilidad del desacuerdo, al debate. Lo contrario sería hacerle el juego a los que siguen vendiendo el miedo como estandarte del sistema dictatorial, a los que optan por el inmovilismo y prefieren el silencio. No entréis en el juego de los que dicen que se rompe España porque hay ciudadanos que piden algo tan humano como desenterrar a sus familiares de las fosas comunes y enterrarlos dignamente, que se conozcan sus nombres y que se anulen sus juicios ilegales. La superación de las heridas nunca se hará bajo el prisma de la ignorancia y la negación; sino todo lo contrario, en el conocimiento y en la asimilación.

Sois autoridades, porque el pueblo así lo quiso, y estáis obligados, los primeros, en enfatizar, como premisa, los valores de la educación democrática a los carmonenses que aún viven anclados en el pantanal del miedo y que los hace esclavos de su destino. Recordarles que existe el Derecho Internacional, que por mucho que algunos se amparen en revisiones históricas y en trincheras partidistas de nuevo cuño, los crímenes de lesa humanidad no prescriben, ni pueden ser amnistiados.

No retrocedáis un metro, continuad como hasta ahora siendo pioneros en potenciar la reparación de las injusticias cometidas contra tantas y tantas familias de Carmona por el mero hecho de pensar de manera distinta a las proclamas de las tiranías. No se trata de revancha sino de justicia y de verdad. Ha llegado la hora pues de consolidar nuestra democracia sobre los pilares sólidos de una libertad plena y sin complejos.

A partir de esta nueva marea que liberará las anclas del inmovilismo debe estar Carmona y los carmonenses arrimando el hombro como vanguardia democrática y fortaleza republicana, como dirían los reporteros coetáneos de Curro Elías. La construcción de esta nueva era de libertades está en vuestras manos. Uníos cuando la situación lo requiera. Romped los lazos cuando dudéis de la eficacia de las alianzas; pero actuad siempre bajo los principios del respeto mutuo y fieles al compromiso contraído con el pueblo. En esta línea encontraréis la estela del hijo de Carmona al que honráis con el título de predilecto. Con él hacéis predilectos a todos aquellos que sufrieron persecución y muerte. Hacéis predilectos a los centenares de intrépidos milicianos carmonenses que lucharon por el gobierno legítimo de España. Hacéis más predilecta a una ciudad que tuvo a un hombre de bien como alcalde, a Curro Elías".