Le conozco de los tiempos en que éramos feligreses de la misma parroquia, “La Gloria”, que, sutilezas del destino, se ubicaba al final de la Cuesta del Matadero, dónde, efectívamente, sucumbíamos a las enfermedades de la adolescencia (las espinillas, el mal de amores, el descontento o las dudas). Las febriles noches de los sábados, los fieles acudíamos a este templo, cuando las campanas (de los pantalones de Travolta), nos convocaban desde aquel púlpito, en el que, Juan Sánchez, el Persiana, dirigía las plegarias polifónicas. En este marco de imberbes, Jose Antonio, Agui, capitaneaba el sacrificio de las abluciones etílicas desde su tabernáculo, El Cuervo, desde cuya barra nos bendecía, rociándonos con su hisopo, de Rives y calimocho. Pero, su éxito como regente de las madrugadas, sólo fue un peldaño más hacia su natural ministerio, el escenario. Pocos tienen la valentía de trabajar en lo que aman, a pesar de las complicaciones que ello te pueda acarrear. Es más fácil, y liviano, dedicarse a seguir las pautas del ¿destino?, o dejarse llevar por la inercia de lo establecido, de lo políticamente correcto… como pudrirse detrás de una pantalla de ordenador, “ahuntá” dinero engañando aquí, o estafando allá, o ser el médico, arquitecto o ingeniero que toda madre sueña tener como hijo, y toda suegra desea conseguir como yerno. En definitiva, ser lo que los demás quieren que seas, dejando huérfanas tus preferencias. Pero, Jose Antonio se rebeló, y no tuvo reparos en hacerse un Malaje ante los ojos de los hombres hechos y derechos, de trajes y ademanes planchados, camisas e ideas almidonadas, fieles a las tradiciones de sus ancestros, ejemplares, alfa y omega, paradigmáticos. Este Malaje decidió, sacar su vida de esa maceta llenas de expectativas y “tudeberíasser”, dónde, a todos nos plantan, y sembrarla en el campo abierto de “meganolosgarbanzoscomoyoquiero”, en el inmenso, y fértil cortijo, de su imaginación. Las ideas son su pico y su pala. Sus neuronas le ungieron con esa bendita capacidad de traducir, al lenguaje del humor, su sutil observación de la vida que, tras una laboriosa alquimia, convierte en historias tan absurdas como reales. Debe ser un orgullo para su hija decir: - Mi padre es gerente de una fábrica de risas, entre otras cosas, porque esa es su hermosa ocupación.
Decía Antonio Gala, que hay que tirarse a la vida, que no tiene sentido malgastar la única existencia que tenemos (al menos que tengamos constancia), quejándonos porque nuestros días se ahoguen en el gris. La inercia es una trampa que la pereza nos pone, y de la que, Jose Antonio tuvo la inteligente, y osada, decisión de escapar.
Nunca he hablado con él de todo esto, pero no ha sido necesario, me lo ha dicho cada vez que se ha subido a las tablas que, con mimo, le iluminan las sonrisas de su mujer y su hija. Enhorabuena, malaje.
Ole Agui, ole Manolo!!!
ResponderEliminarPrecioso retrato.
ResponderEliminarbuena gente
ResponderEliminarAmigo mío, la vida es así de caprichosa,
ResponderEliminarnos enseña varios caminos, y a "escoger" el que conviene.
Al coger el que el destino tuvo a bien conceder, interpretamos
Al coger el que por devoción le susurro el corazón… vivimos
Es solo una pequeña reflexión al escrito,
Quizás no valida en este contesto… pero, si camino de la “La Gloria”
Saludos cordiales, para todos.
J.M. Ojeda.
Hace que nos riamos de lo absurdo de la vida y eso no solo le hace un gran actor, si no también una gran persona. Aunque su Lola no salga a escena, ahí está con su tenaz apoyo.
ResponderEliminarUn beso CLN
Total, que la elección de ser humurista de este Sr es como la de Harry Potter cuando el Sombrero Seleccionador le dijo : "Tú, a Gryffindor". PVC
ResponderEliminarAveces las interpretaciones de las reflexiones son vanas.
ResponderEliminarPuesto que el contesto, y el elemento pueden ser subjetivo a variar,
los significados, y estos dependiendo del grado de interés o ideal
Figurado.
(Probablemente, cuando una persona consigue trabajar
en lo que le dicta su corazón, es feliz, “vive”)
(Probablemente, cuando una persona se ve trabajando
en lo que pudo por destino, simplemente interpreta ese papel,
para ganarse la “vida”)
Saludos de J.M. Ojeda
Sr J.M Ojeda, buena "contestación" al contexto en el que se estan expresando los contertulios.
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