En estos momentos difíciles, hablamos de crisis, del petroleo, del valor del dinero, de las hipotecas y de un largo etcétera, que, no nos hacen más que justificar nuestra falta de interés por las cosas que realmente son más importantes, como son la familia, las enfermedades, el hambre, las guerras, etc.
En este escrito, no trato de hacer sentir mal a nadie, sino que veamos que cuando algo nos va mal, giremos la cabeza y miremos a nuestro alrededor, y démonos cuenta, de que lo que para nosotros es una pequeña falta, para las tres cuartas partes de la población es una necesidad de primer orden para poder sobrevivir tan solo un día. Pero claro, para ver estas necesidades, no solo basta con girar la cabeza, pues no hay persona más ciega que la que no quiere ver. Miremos la verdad, miremos con los ojos del corazón.
Un simple gesto, como el de abrir un grifo, encender la luz o escuchar una canción de nuestro artista favorito, es algo que nosotros no valoramos, quizás porque lo tenemos al alcance de nuestras manos, y hay que mirar con los ojos del corazón. No se trata de renunciar a nuestros "lujos", pero sí que podemos hacer algo para que todo esto cambie, pues como bien dicen nuestros mayores, "un grano, no hace granero, pero ayuda al compañero".
Con estas palabras quiero decir, que SI, que estamos en crisis, pero no la crisis de la que os hablaba al principio, sino en CRISIS DE HERMANDAD y además entro nosotros mismos.
Gracias por vuestro tiempo y recordar: "da de lo que te falte y te sobrará la mitad".
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