Aquí ando apoltronado en mi fuente viendo como Carmona sigue sumida en una vorágine de obras sin acabar mientras se siguen enriqueciendo los asesores de la Junta de Andalucía que directa o indirectamente manejan los dineros de todos mis convecinos a su antojo. Sí, es cierto que las obras del parque de la calle Guadalete no se realizan, que el Consultorio de Guadajoz clama a voces un arreglo porque se está quedando obsoleto, o la reurbanización de Fuente Viñas, que no acabó de realizarse cuando todo estaba prácticamente finiquitado. Esto lo sabéis ya de sobra que no se está haciendo. Yo quiero hablaros hoy de algo que va a producir casi con toda seguridad obras que espero no se paralicen. A mis espaldas está la Alameda, que en estas fiestas de Semana Santa ha sido el botellódromo. Un monumento de más de 80 años de antigüedad que a nuestro querido alcalde, en su bando, olvidó de excluir para la realización de esos botellones juveniles que Domingo de Ramos, Jueves y Viernes Santo han llenado de vasos, orines, suciedad y vandalismo a mi hermana la Alameda. Ya he podido entrever de reojo que uno de los bancos grandes, esos que se encuentran llenos de azulejería sevillana al más puro estilo Triana, se le han roto algunos pináculos. El restaurante que está casi al final de este hermoso paseo maltratado por el gamberrismo cruel, ha sufrido intento de roturas de sus cristales sin haber en este enclave tan bonito una simple patrulla de vigilancia. Yo, que tantas veces he sido arrancado por algún desalmado, le pido a los que siempre me colocan con hormigón que le digan a su jefe, al señor alcalde, que otra vez que haga un bando, se acuerde de esta zona, porque sin querer, va a tener que rehacerla cualquier día de nuevo. Y ya sabéis como se las gasta el ayuntamiento: lo mismo la empieza, pero...
Puegeso.
ResponderEliminarSombra, quietud.
Ilusiones, contadas.
Íntimos halagos.
Amoríos, entre recorte y paseo.
Miradas candidas.
Bancos, sus bancos.
Alameda, la de Alfonso XIII.
Saludos de un Paisano. J.M. Ojeda
El señor Ojeda, supongo que habla de la alameda,
ResponderEliminaraquella La de Alfonso XIII.
La que el conoció en sus años mozos allá por los años…
Creo recordar que en uno de sus escritos, titulado Historia debida,
Sale a relucir por recuerdo la tal Alameda. La de Alfonso XIII.
¡Si! la de Carmona
De todas formas es una pena tener esa joya maltrecha
y en usos, poco recomendables…
SALUDOS de otro PAISANO.
-Es curioso, como las cosas se echan de menos y se valoran,
ResponderEliminarCuando no se tienen, o se tienen en la distancia, en el recuerdo
¡Lejos, quizás lejos!
-Es curioso, leyendo los dos comentarios producidos por el artículo,
de Ezequiel
-Es curioso. Vienen a mi mente y seguramente a la de más de uno.
Aquellos años en los que, a pesar de todo parecía haber,
(Digo parecía por lo de la medida, equilibrio etc.)
Más respeto por las cosas y los demás,
Siendo de la edad aproximada del Señor JM. Ojeda.
Y por curiosidad, al mirar en su blog,
¡Si! Descubrí como muy bien dice, el Paisano con mayúsculas.
Que tiene varios artículos en los que nombra de una forma u otra,
Carmona. Una Carmona que no tiene nada que ver con la penosa, realidad de hoy…
Mirándolo desde el punto de vista Cívico Social.
Deberíamos entender desde el Carmones más pequeño
al Carmones más mayor,
Que el patrimonio es de todos. Y a todos sin excepción,
se nos pedirá cuentas por la Humanidad…
Saludos para todos,
para los que estamos y para los que no.
Anónimo Naturalmente.
Jo, con el Leon, de Ezequiel.
ResponderEliminarAmarralo hombre, que como siga se come a alguien...
Saluditos de otro Paisano,
tambien anonimo,
¡Por si las moscas!
Jo con el Leon.