miércoles, 11 de febrero de 2009

Cuatro siglos de Nazareno y Angustias

Por Manuel López Vera.

En este año 2007 hay dos hermandades de nuestra querida ciudad de Carmona que están de cuarto centenario. La Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Carmona, Cofradía Pontificia y Real de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y María Santísima de los Dolores y La Antigua, Muy Ilustre y Venerable Hermandad Lateranense, Pontificia y Seráfica Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora y Madre de las Angustias, Sagrado Descendimiento, Nuestro Padre Jesús Cautivo de Belem y Nuestra Señora de los Ángeles. O sea, El Silencio y San Francisco, que por este breve nombre las conocemos todos. el Silencio celebra el 400 aniversario de la factura de su magnífica imagen titular; la de San Francisco celebra la aprobación de sus primeras reglas hace ahora 400 años.

Mi hermandad de las Angustias está ahora comenzando a celebrar su 400 cumpleaños. La hermandad de Nuestro Padre ya ha llegado al momento culmen de sus celebraciones con la salida extraordinaria de su titular. Es por eso que más adelante tendremos tiempo de hablar de las celebraciones de la hermandad de San Francisco y hoy me ocuparé de las del Silencio.

Los actos del cuarto centenario del Nazareno empezaron, al menos de forma pública, con la exposición que montó la Hermandad de Nuestro Padre en los días de la novena a la Santísima Virgen de Gracia. La exposición fue magnífica tanto por lo expuesto como por la forma de exponerlo. La verdad que uno se hacía una idea de cómo durante estos 400 años ha cambiado el culto y han evolucionado las hermandades y cofradías de nazarenos. Además, el marco de la exposición era ideal: la grandiosa Casa Palacio de los Ruedas, del siglo XVIII, que muchos carmonenses tuvieron ocasión de conocer. Siguieron los cultos internos de la hermandad, pero no tengo constancia de ningún otro acto externo hasta la salida extraordinaria, durante la cual el Excmo. Ayuntamiento le impuso la medalla de oro de la ciudad a la venerada imagen.

Yo pude ver la procesión en la plaza de San Fernando, muy cerca del Ayuntamiento. Me sorprendió ver la procesión más relajada, mucho más distendida y nada sobria, tan distinta a la que nos tienen acostumbrados, pero sin duda la ocasión lo merecía. De deleite para los sentidos, la entrada del paso del Señor a los sones de Amargura en la plaza. Éstas son de las chicotás que guardaré para siempre en mi retina, en mi mente y en mi corazón. De alegría y emoción desbordada, el momento de la vuelta sobre los pies, mirando Nuestro Padre a todos los que estábamos en la plaza arriba, mientras la banda del Maestro Tejera, la del coso del Baratillo, tocaba una bella marcha, bien escogida para la ocasión, marcha que, si no alegre, menos seria.

Sobre la distinción de nuestro Ayuntamiento con la medalla de oro de la ciudad, decir que no lo tengo del todo claro. Esta distinción no se debe tomar a la ligera. En la otra ocasión, que yo sepa, que se ha distinguido a una imagen con esta medalla fue a la Santísima Virgen de Gracia con motivo de su Coronación en 1990. Es indudable que la devoción a la imagen de Nuestra Excelsa Patrona une a todos los creyentes de esta ciudad. Si hay una devoción que una a todos los carmonenses, ésta es sin duda la devoción a la Virgen de Gracia. Incluso los que no son creyentes ven a la Virgen de Gracia como muestra, como símbolo, como seña de identidad del pueblo de Carmona. Pero pienso que no se puede decir lo mismo de la imagen de Nuestro Padre, a la que yo personalmente le tengo verdadera devoción y que no puedo dejar de ver en la noche del Viernes Santo. No creo que haya una imagen de Cristo en Carmona, que se pueda decir que es el Señor de Carmona, como dijo Juan Ávila, el líder de la oposición, si se puede llamar así. Tan Señor de Carmona considero el Domingo de Ramos a la magnifica talla del Cristo de la Coronación de Espinas, como el Viernes Santo a la de Nuestro Padre, pasando por todas las tallas que procesionan en los días de nuestra Semana Santa. En todo caso, y cosa distinta hubiese sido distinguir a la hermandad con la medalla, pero ésta sería otra discusión. Dejar claro que esta es una opinión totalmente personal, que no creo que hiera a nadie, pero sí me gustaría levantase un debate sobre el tema y no se tome a la ligera el hecho de una distinción tan importante.

Salud.

1 comentario:

  1. Éxodo 20-1:

    "Y habló Dios todo esto, diciendo: Yo soy Yavé, tu Dios, que te ha sacado de la tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre.

    No tendrás otro Dios que a mí. No te harás esculturas ni imagen alguna de lo que hay en lo alto de los cielos, ni de lo que hay abajo sobre la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. NO TE POSTRARÁS ANTE ELLAS y no las servirás, porque yo soy Yavé, tu Dios, un Dios celoso, que castiga ...y hago misericordia hasta mil generaciones de los que me aman y guardan mis mandamientos." Ojú D. Manué... ¡

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