Con la que está cayendo

Parece que las últimas encuestas para el PP no son demasiado favorables y aún menos para su cabeza de lista, por ahora, Juan Ávila. Por ahora porque da la impresión que en los círculos de la derecha carmonense no se está contento con las formas y el proceder de su máximo responsable.

Para resolver esto Juan Ávila se ha gastado alrededor de 4.000 € en editar una revista que refleja la misma estrategia que la del PP nacional. Todo va según lo previsto, perfecto. El que no estudia es porque no quiere. El que no trabaja es un vago y a los que por miles se están teniendo que ir de este país a buscar trabajo, los ocultan con la expresión ¡movilidad exterior!.

Parece ser que el PP de Carmona es un alumno aventajado y ha prendido bien la lección. Despliega toda su imaginación para dibujar una realidad sesgada y fantasiosa de la economía del ayuntamiento, de los grandes proyectos inexistentes y fotos, muchas fotos, en entregas de títulos, en mesas de trabajo sin resultados, en actos que tienen más de vacua autocomplacencia que de otra cosa, etc., mientras el desempleo en Carmona sigue creciendo, 208 desempleados más sólo en este mes y un total de 5054, y la población padeciendo un sufrimiento cada vez más generalizado.

Muchas fotos de obras PER, cuando a la altura del año en que estamos aún no han empezado y las calles de Carmona están llenas de hoyos y socavones a la vista de todo el mundo menos paras los ojos del alcalde.

Fotos del Albollón, pero sin mencionar la pérdida de 4.000.000 de euros en subvenciones que hubieran resulto el problema de tráfico y aparcamiento en el casco histórico.

Fotos curiosas de un alcalde en las conferencias de la universidad pública a la que nunca defendió.

Mientras, la lista de demandantes de vivienda sigue creciendo, servicios como las piscina cierran por falta de pago, las deudas creadas por olvidos injustificados como la de la subvención de 400.000 € de la Diputación crecen, o se dibuja una economía municipal que intenta ocultar su fragilidad, confundiendonos interesadamente con conceptos como el superavit contable para hacernos creer que el ayuntamiento ya no debe nada. Sólo hay que preguntar a proveedores, trabajadores, asociaciones, empresas y organismos públicos, y nos daremos de bruces con la realidad de una deuda incrementada.

Pero también faltan fotos. Las fotos de los proyectos que se han caído, que desaparecieron al mismo tiempo que la perspectiva de hacia donde va esta ciudad.

Vivir en una realidad distinta a la de la problemática de la ciudadanía es cómodo, pero impide una visión objetiva y conjunta de los problemas y, por lo tanto, de sus soluciones.

Pero les da igual, están convencidos de que con unos 4.000 € en folletos seguro que se consigue lavar la imagen y apaciguar a la ciudadanía, como si eso fuera posible con la que está cayendo.