Por Manolo Martínez.
El agua no se opone a ninguna vasija, y coge la forma del envase que la contiene.
Y algo así, parece que nos está pasando a los españoles. Está claro, que la vergüenza torera se la llevó Belmonte a la tumba. Te insultan, o calumnian, si pides explicaciones, o sólo denuncias, el atropello, el robo, la ignominiosa actuación a que nos someten los intocables, los que no tienen que presentar cuentas, aunque les cojan, como les han cogido, robando, señores, robando. En cualquier país civilizado, a esta gentuza, la arrinconan, la marginan, las meten en la cárcel. Aquí, le buscan una salida digna, un trabajo con salario millonario, pero, lejos de la vista de todos los catetos que nos hemos acostumbrado a calzar náuticos con calcetines. Sí, porque, como el agua, nos hemos adaptado a vivir con las reglas de la derecha, aunque tengamos el corazón, y el cerebro, en la izquierda. Y mire usted, este gazpacho es patético. O te pones náuticos, o te pones calcetines. Dejemos de ser esa maldita agua que coge la forma de la vasija. No pasa nada, ya no, porque exijamos, por ejemplo, una república, los que creamos en ella, o como poco un referéndum para que los españoles, los mismos que pagamos los dispendios de La Casa Irreal, podamos ver que estamos en una verdadera democracia, y que no nos imponen nada, ni siquiera una Monarquía. Que no, que esto no es una falta de respeto, es pedir justicia. Que la falta de respeto es la que, durante siglos, han tenido, y tienen, todos los que viven a costa del trabajo de los demás. No necesitamos a nadie que nos represente, ni que medie, ni que corte cintas, ni que inaugure Paradores. Necesitamos trabajos, gente honrada, honestidad en las altas esferas, y representantes e-le-gi-dos por los que les pagamos, no por los guisantes de Mendel. Es, como si a un empresario privado, le impusieran a los trabajadores que tienen que contratar. ¿Tan difícil de entender es?
Vamos del paro a la corrupción, como un oso en una jaula, sin saber dónde acabará esta pesadilla. Decía el humanista José Luís Sampedro, que sólo conocía dos posibles modelos económicos: el que hace más ricos a los ricos, y el que intenta que los pobres sean menos pobres. Por favor, si decidieron ponerse náuticos, quítense los calcetines, que afean, aunque se te llenen los pies de llagas con las subida de impuestos, los ERES, el copago, o te echen del trabajo sin indemnización, después de veinte años. Es lo que votaste, cuando te pusiste los naúticos encima de los calcetines, apecha ahora, hasta las próximas elecciones, si es que para entonces no te han quitado el derecho a votar.
A veces uno se cansa de tanto repetir mitos de la "izquierda", como por ejemplo el que transita este artículo sin decirlo: no hay nada peor que un trabajador de derechas (o que un empresario de izquierdas) entendido en el artículo como que "trabajadores -que teneis que ser de izquierdas porque si- que habeis votado a la derecha, apechugad con lo que os pase". Pues permítame el autor que le diga que puede y debe, y en eso estoy con él, reclamar mas y mejor democracia, mejor nivel de participación de la ciudadanía, mayor responsabilidad personal de los que nos gobiernan, pero todo esto no lo reclame desde esas "posiciones de izquierdas" que deslegitiman las mayoría cuando les son contrarias, no señor, no, lo que el pueblo haya votado, sea lo que sea, acéptelo y si quiere que voten por sus ideas u opciones, convenza por sus argumentos e incluso, y en esto vuelvo a estar con usted, apoye que los votantes tengan formación y criterio para decidir por si mismos y no porque el dirigente de turno repita consignas ya caducas.
ResponderEliminarAdenda: si bien es cierto que la forma del estado que tenemos no la elegimos expresamente, si es cierto que la Monarquía en estos años ha cumplido su papel, el que el propio Rey eligió (él si lo hizo): reinar pero no gobernar. Se puede y debe si se quiere debatir en torno al modelo de organización, pero no lo haga por consignas caducas (eso de la Casa irreal), las izquierdas, hoy por hoy, se están aferrando a cuestiones bastante peligrosas para desgastar al partido en el gobierno: la monarquía, el problema de los deshaucios, el acoso -escraches- a políticos -y sus familias- del PP, etc. Sean serios, porque hay cosas con las que jugar se puede convertir en crear problemas graves sin necesidad (por ejemplo que alguien aproveche un escrache de esos para hacer una barbaridad con resultados graves, eso recuerda a la violencia política existente en los años 30 y ya sabemos como acabó).
ResponderEliminar¿Qué tiene de peligroso que desaparezca la monarquía? Nada. Sólo las ventajas de ahorrarnos gastos en cargos "floreros" y parece que también corruptos.
EliminarCon respecto a los escraches, el propio presidente del Tribunal Supremo ha dicho que son una manifestación más de la libertad de expresión. Sea serio, no caiga usted en los manidos tópicos de la derecha y lea la prensa con sentido crítico, por favor.
Estimado amigo, ¿acaso una república como parece defender evitaría gastos en cargos floreros y corrupción cerca de la Jefatura del Estado? para el primer caso pregunto ¿alguien conoce el nombre del presidente de la República Federal Alemana? porque Alemania tiene un presidente, y no es la señora Merkel, podríamos decir que el Jefe de Estado Alemán es un cargo florero como muchos de los monarcas. Y en cuanto a lo segundo le recuerdo que los últimos tres presidentes de la IV República Francesa están o han estado procesados por corrupción.
EliminarLos presidentes de las repúblicas, donde los hay porque no todas las repúblicas los tienen, al menos son elegidos, aunque sea indirectamente, mediante sufragio de los electores; y no son tan conocidos porque, quizás, no se fotografían matando elefantes cuando los ciudadanos de sus países sufren una de las peores crisis económicas de la historia moderna. En cambio, en nuestra monarquía se hereda el cargo de padres a hijos, podría ser electiva como la vaticana, y sus priviligiados componentes se comportan como si de su cortijo se tratara.
EliminarUna cosa es una república presidencialista (EEUU o Francia) y otra una república parlamentaria como Italia o Francia. El presidente de la república en EEUU es el jefe del ejecutivo, no como en Italia que sólo es un cargo simbólico y no representativo pues no lo eligen los ciudadanos sino los partidos. Un horror de república, tanto la italiana como la alemana.
EliminarEn cambio, una república como Francia o EEUU, con un presidente elegido en distrito nacional por mayoría a doble vuelta tiene toda la legitimidad y representatividad que se debería tener un cargo público en democracia.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEn España no hay democracia. No se elige a nadie. Se votan a partidos que hacen listas.
ResponderEliminarEn democracia se vota a un candidato (elección uninominal) en cada distrito electoral (~100000 hab) por mayoría a doble vuelta. ¿Hay eso en España? No. Por lo tanto, primero hablamos de conseguir la democracia y luego podremos ponernos cada uno los zapatos y los calcetines como queramos.
Por cierto, una horterada ponerse náuticos con calcetines. Completamente de acuerdo
Ahora dice el PP que los ricos y los pijos tienen que apoyarlos porque son los que consumen. Eso es una mentira los pijos del PP de Carmona son los más ratas y están siempre buscando de donde ir de gañote y se viste y compran las marcas falsas, son los que más entran en los chinos. Cualquier trabajador es el que se gasta el dinero y disfruta sin tantas apariencias.
ResponderEliminar