Publicado en Viva Carmona. Octubre 2010.
Habría que responder con un ¡viva! a esta nueva cabecera donde reaparece el matacán con idénticos bríos que los empleados allá por estas mismas fechas del año 2002, cuando bautizaba el primer texto de una serie que hoy sobrepasa los dos centenares en las hemerotecas. La fidelidad tiene su recompensa en la mayoría de los casos. Y éste lo es, así que manos a la obra y de paso avise al vecino lector para volver a la clientela del kiosco de prensa en busca del nuevo periódico local Viva Carmona, con la complicidad del matacán incluido.
Si no recuerdo mal, habíamos dejado nuestra última cita por el mes de julio, y desde entonces han pasado pocas cosas en Carmona, aunque intensas. Pues dígame. Demos un repaso a algunas de ellas, para ponernos al día y vayamos cogiendo onda. Lo último así de noticiable es la confirmación oficial de la elección de Encarnación Milla como candidata a la alcaldía carmonense por Izquierda Unida. Mi enhorabuena. Ven como la fidelidad política también tiene sus recompensas. Joven, competente, valiente y de pueblo… sí, comprometida con su pueblo hasta los ovarios, Encarni ha sabido estar en su sitio a lo largo del aprendizaje de compromiso público junto a un animal político como Martín Recio. Ahora le llega la hora de la verdad, y tendrá que demostrar que no sólo es mujer de partido, sino también líder con personalidad y carisma para enfrentarse a una realidad bien distinta al seguimiento de las directrices del aparato. Le deseo mucha suerte en esta nueva andadura. Tan sólo un consejo, si me lo permite: No se deje llevar por las enérgicas pulsaciones de momentos puntuales y deje que el cerebro se riegue con sosiego. La sangre, a cualquier velocidad, sigue siendo roja.
También parece confirmarse la candidatura de Antonio Cano, aunque el PSOE parece no tener prisa en dilucidar expectativas de gobierno, y nunca mejor dicho “craso error”, ante las tendencias de los barómetros electorales que ponen en solfa no sólo mayorías sino también hasta la victoria pírrica. La culpa de una posible hecatombe, anunciada desde dentro, no será de Cano, que se ve entre la espada y la pared para salvar los muebles que se van, un día sí y otro también, al nuevo eje comarcal socialista Viso-Mairena, dejando a Carmona con el culo al aire, y a su alcalde en el fondo de la pista sacando pelotas como puede.
Al parecer, los datos que se filtran desde la derecha, todo apunta a un triunfo del Partido Popular. Todo es posible en esta partitocracia que seguimos padeciendo; régimen que, o cambia con prontitud de esquemas, o la ruptura llegará con todas sus consecuencias. Porque la derecha, aunque cree en los milagros, aún no ha dicho qué santo será el encargado de acabar con el paro y cómo lo hará. Y que yo sepa, los autoproclamados políticos conservadores no se han dirigido con claridad a los banqueros -que siguen disfrutando de rentables beneficios-, para que se aprieten el cinturón y pongan el gran capital al servicio del país. De esto nada, de nada. Sólo escucho a estos preclaros hijos del euro y provocadores de la actual crisis que hay que abaratar el despido, que hay que bajar los sueldos, que hay trabajar más, y hacerlo hasta la edad del chocheo.
Y la verdad es que uno puede estar chocheando, pero no hasta el punto de comulgar con ruedas de molino. Si este es el papel político que viene a representar Juan Ávila en nombre de la derecha o del centro derecha en Carmona, lo siento por él, pero se equivoca de pueblo y personal. Y es más, le vaticino que sus más fervientes aduladores del momento serán, a corto plazo, los que preparen su entierro con fanfarrias incluidas. Mientras tanto les recuerdo a los tres conocidos candidatos, que las tres fuerzas políticas a las que representan han gobernado la ciudad, y por aquí seguimos alargando la cola del paro, contaminando los acuíferos y tierras con nuestras aguas negras y fecales, engañándonos con el subsidio, rogando a los poderes públicos calidad básica en enseñanza y en salud… y ni puñetero caso. A pesar de todo, aún nos quedan ganas de gritar en aras de la libertad: ¡Viva Carmona!
Buen articulo pero lo de la bandera.
ResponderEliminarVaya, con la dichosa tricolor. Menudo error. España tiene su bandera constitucional, la de siempre, la que nos viene desde los tiempos de Carlos III, primero como bandera de guerra de la Armada, y luego ya como hermosa bandera, bajo cuyos gloriosos pliegues dieron la vida muchos españoles.
ResponderEliminarAdelante Paco! Estoy con tigooooo!
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