Pido disculpas al pueblo de Carmona

Pido disculpas a los ciudadanos y ciudadanas de Carmona, por varias razones, por ser mujer, por ser de izquierdas y por no tener una fortuna personal.

Pido disculpas por no tener disponibles en mi cuenta varios millones de las antiguas pesetas con los que hacer frente a los gastos que suponen salir de Rey Mago en la Cabalgata.

Pido disculpas por ser mujer y no querer disfrazarme de hombre.

Pido disculpas finalmente, por ser de izquierdas y resultar muy molesta a algunas personas con diferente ideología y creencias.

Creí que estábamos en el siglo XXI y por eso acepté el nombramiento de la Peña de la Giraldilla, para representar a un Rey Mago, honor que vuelvo a agradecer.

Pensé que era posible que una mujer, de izquierdas y sin dinero suficiente, hiciera lo que hasta ahora sólo han hecho hombres, católicos y con fortuna propia.

Me equivoqué y pido disculpas por ello.

1. Empecemos por el final: lamento no tener el dinero necesario. Los Reyes que han salido en los últimos años, han venido a gastar en torno a los 25.000 € (más de 4 millones de las antiguas pesetas), de los que poca gente en Carmona dispone con facilidad. Yo no soy una de ellas. Pensé en recurrir a los patrocinios de empresas y entidades financieras que quisieran colaborar con la Cabalgata de Carmona y obtuve, en metálico o en especias, hasta 9.000 €, todos ellos entregados a la Peña la Giraldilla, la mayoría después de saber que no saldría en la Cabalgata.

Gasté de mi bolsillo algo más de 1.900 € en la compra de tejidos y adornos para las más 130 personas que iban a participar en la carroza y el cortejo.

Sería de agradecer al Portavoz del PP en Carmona, Juan Ávila, que antes de hablar se informe, puesto que yo no he pedido a la Giraldilla que me pague nada, y menos aún, un traje para mí de 2.000 €, como asegura. Recabé recursos en empresas y Cajas, que se han ingresado en la cuenta de la Peña, para hacer frente a estos gastos de ropa del cortejo, regalos y caramelos que otros, como él mismo, han pagado de su bolsillo porque por suerte para ellos y sus familias disponen de suficientes cantidades de dinero.

Aunque en un principio el Presidente de la Giraldilla me recogió las facturas y me dijo que las abonarían con parte del dinero que yo previamente había recaudado, lo cierto es que la Junta Directiva decidió no hacerlo así. Hace semanas que renuncié al cobro de esa cantidad y di ese dinero por perdido.

2. En segundo lugar, lamento suscitar las iras de algunas personas que en su momento, como es sabido, recogieron firmas y editaron pasquines que repartieron por las viviendas y colgaron en la Red, contra mi nombramiento. Me acusaban de matar niños a través del aborto, de matar ancianos a través de la eutanasia y de intentar cerrar el colegio de las Hermanas de la Cruz, del que fui alumna y también mi hija. La iniciativa estaba suscrita por un grupo de personas autotitulado “Los católicos de Carmona”, y amparado en el anonimato. Con este ambiente, y amenazas de boicot a la Cabalgata, decidí renunciar, por razones de seguridad.

3. En tercer lugar, lamento que a algunos les moleste que sea mujer, un grave inconveniente cuando tienes que disfrazarte de hombre y llevar obligatoriamente barba. Todos consideraríamos un ultraje obligar a un chico que tuviera que representar el papel de Estrella de la Cabalgata a disfrazarse de mujer, pero a las mujeres hay que obligarlas a disfrazarse de hombre, porque esas son las “normas” de la Peña y de la sociedad en su conjunto. Desde hace siglos.

De otro lado, el pasado 19 de marzo, miembros de la Junta Directiva de la Giraldilla, se desplazaron hasta Sevilla y entraron en el Pleno del Ayuntamiento que estaba celebrándose en el Salón Colón. Repartieron a los periodistas allí presentes copias de una carta remitida por el Presidente de la Peña a los socios de la misma. Si la carta era para informar a los socios, ¿qué hacía la Giraldilla en un Pleno del Ayuntamiento de Sevilla repartiéndola a la prensa? Parece clara la intencionalidad de hacerme daño personal y obtener un aprovechamiento político de todo este asunto.

Finalmente, acepto y respeto, por convicción democrática, las críticas hacia mi persona o mis actuaciones, aunque algunas me puedan parecer crueles o injustas. Estoy acostumbrada.

Pero me duele muchísimo, la referencia hecha en esa carta del Presidente a los socios y repartida a toda la prensa, en relación con mi marido. Muchas personas en Carmona le conocen y saben que, además de tener otras muchas virtudes, es un hombre cabal, prudente, respetuoso y muy educado. Si ambos en su momento, nos desplazamos a casa del Presidente de la Peña, fue porque se negaba a cogerme el teléfono y era necesario aclarar estas cuestiones y encontrar una solución, antes de llegar a los extremos a los que desgraciadamente hemos llegado.

La conversación entre los tres en el domicilio del Presidente, se produjo en todo momento dentro de los límites de la cortesía y la educación, incluso del acuerdo: el Presidente se comprometió a abonar esas facturas con el dinero aportado por las entidades financieras, a cambio de un documento explicatorio por mi parte, que le entregué. Luego no ocurrió así y di el asunto por zanjado.

En definitiva, pido disculpas por tener la osadía de pensar que una mujer, de izquierdas y sin muchos recursos propios, podía ocupar un espacio de hombres, católicos y con dinero. Perdón, creí que estaba en el s. XXI.

Firmado: Maribel Montaño Requena