martes, 10 de noviembre de 2009

Después del Muro

- ¿Y tú dónde estabas?
Mi hija Elisa y yo vemos en el televisor un reportaje sobre la caída del Muro de Berlín. Algunos personajes recuerdan lo que estaban haciendo el día en el que se borró la cicatriz que cruzaba el mapa de Alemania. Suele ser una costumbre periodística en la evocación de acontecimientos significativos, como el asesinato de Kennedy, o la legalización del Partido Comunista de España, o en el golpe de Tejero.
- Yo estaba con Rafael Alberti, preparando una exposición y un congreso que se celebró en Cádiz con motivo de su 87 cumpleaños.
- ¿Alberti era comunista?
- Sí, y yo también. En España, el Partido Comunista representaba la oposición al franquismo, la lucha por la democracia en los años más difíciles de la dictadura. Además, las siglas del PCE eran un sentimiento heroico, imprescindible para entender la resistencia del pueblo español contra el fascismo durante la guerra civil. Muchos estudiantes, cantantes, actores, profesionales, sindicalistas, obreros, se movían políticamente en el ámbito del PC.
- ¿Y qué sentiste cuando cayó el Muro?
- Alegría, verdadera alegría. Yo había viajado por los países del Este, acompañando a Alberti, en los primeros años 80. Me costó poco trabajo comprender que aquellos regímenes políticos eran dictaduras insoportables, que no tenían nada que ver con el sentido de mi militancia política. Si algo queda claro después de la experiencia soviética es que no existen soluciones a los problemas del mundo al margen de la libertad. Las dictaduras lo corrompen todo, lo ensucian todo, acaban humillando a los ideales y a los ciudadanos. En una visita a una fábrica, nos presentaron al mejor obrero del mes, y yo sentí vergüenza de ese tipo de premios que tratan a las personas como ratas de laboratorio sometidas a una competencia.
- Pues las encuestas del reportaje dicen que mucha gente está descontenta. Piensan que antes vivían mejor.
- Pero estoy convencido de que no es por nostalgia del pasado, sino por la situación difícil del presente. Que se hundieran los regímenes comunistas no significa que el capitalismo sea un sistema justo. De hecho ahora hay más hambre en el mundo que hace 20 años, las desigualdades han aumentado, la vida es una competencia salvaje. Los ejecutivos reciben primas de los bancos por aumentar su beneficios sin control, y la legión de pobres es mayor y sufre cada vez más. Si uno se atreve a mirar hacia la realidad, dan miedo las injusticias humanas a las que nos hemos acostumbrado. En eso nos parecemos a los ciudadanos que se acostumbraron a callar y a vivir bajo las dictaduras.
- ¿El fracaso del comunismo no justifica el capitalismo?
- No, de ninguna manera, aunque haya quien quiera hacer esa interpretación. El fracaso del comunismo es el fracaso del comunismo, el fracaso de un sistema que quiso acabar con las desigualdades sociales del capitalismo, y no lo consiguió, y provocó luchas feroces de poder, y dictaduras muy crueles. Pero las desigualdades, también muy crueles, siguen ahí. De manera que el fracaso del comunismo, más que justificar al capitalismo, justifica que se sigan buscando alternativas y modos de militancia contra el capitalismo. Pero sin repetir errores, sin justificar la pérdida de libertad.
- ¿Sin poner en peligro la democracia?
- Así es. Las gentes de las encuesta se desencantan porque pensaron que la democracia y el mercado lo iban a solucionar todo. Es decir, se desencantan, porque estaban encantados. La democracia no es una solución de todos los problemas. Yo la entiendo como una posibilidad de trabajo, de lucha contra las injusticias del capitalismo. Creo que la mentalidad neoconservadora y el neoliberalismo son también una agresión a la democracia, le roban el espacio político a los ciudadanos.
- ¡Qué complicación!
- Vivir es complicado, no creas nunca en las soluciones perfectas, porque suelen llenarse de crueldad. Y, sobre todo, no dejes nunca que una consigna, sea del tipo que sea, valga más que tu conciencia.

5 comentarios:

  1. Querido Luis, seguro que no te va a comprender. Mejor dicho, no les interesa comprenderte. En estos días he estado escuchando a muchos sobre los muros que quedan por tirar y nadie hace referencia a Cisjordania, Ceuta y Melilla, la fontera de Méjico con Estados Unidos y las que estamos creando en las grandes ciudades del mundo entre los barrios ricos y los pobres. Pero estamos mejor, ya no existe el comunismo.

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  2. Carmona y el Muro de los Caciques Socialistas....11 de noviembre de 2009, 22:04

    Estimado Luis, son muchas las noticias que nos llegan desde el plano internacional y muchas de ellas te conmueven tanto o más que las nacionales.
    Pero al día de hoy, lo que a mi entender más interesa es que se resuelva el secuestro del Alakrana, que Carmona tenga por fin su CARE y el DECCU del que nuestro alcalde se lo pasa por la entrepierna, y aunque sea una postura egoísta, sobre los demás temas que cada barco aguante su vela que lo nuestro no es precisamente jauja.
    Un grato saludo...

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  3. El hoy tan desprestigiado comunismo soviético transformó a un estado medieval en un superpotencia en sólo veinte años, a pesar de que había heredado un país que salia de una guerra civil y de dos guerras mundiales, con invasiones alemanas pero también inglesas y de una USA emergente. Nadie quiere ver como era la Rusia de los zares, con siervos de la gleba y gentes que cambiaban de amo cuando cambiaba el propietario de la tierra en la que trabajaban, por supuesto, con el apoyo de las potencias occidentales. La utopía comunista fracasó pero ¿Qué trajo la realidad capitalista? En Rusia ha hecho que el país esté controlado por las mafias y que la esperanza de vida haya bajado en cinco o diez años. De hecho, la Rusia actual aún está viviendo a costa de los logros científicos soviéticos y no ha sido capaz de aportar nada nuevo a excepción de la delincuencia y la indigencia a amplias capas populares.

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  4. Hoy ha saltado una noticia sobre la corrupción de de la policía rusa muy en la linea de lo dicho por el anónimo tercero.

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  5. jajajajaja, nos ha hecho gracia eso de " cambiar de amo cuando se vendian las tierras " ¿Como seremos en este pais que cuando el amo vende sus tierras y sus empresas rezamos para que nos incluya en el lote ? Ese ha sido siempre uno de los peores slogan de la izquierda. PVC

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