Ya pueden ustedes contemplar el tesoro patrimonial de la Hispanic Society en el Centro Cultural Cajasol de Sevilla. Yo diría que nuestro tesoro: de Carmona. Aquel que salió de aquí porque la ignorancia era, hace un siglo, también patrimonio y lacra de este pueblo. Digo que hasta final de junio tienen la oportunidad de conocer, en directo, parte de lo rescatado de las entrañas de esta tierra, desde los Alcores al Campo de la Paloma. Es patrimonio tan nuestro que la exposición podría llevar por título “Tesoros de Carmona”. Y sin quieren introducir en medio “robados”, no estarán muy lejos de la realidad.
Se lo llevaron todo. Dejaron las tumbas porque no podían arrancarlas del suelo, si no también se las llevan. Nos dejaron cuatro ungüentarios, dos cajas de huesos y la Servilia… porque no tenía cabeza. El que no se lo crea que vaya a la exposición y compare material y joyas. Aparte, si está interesado en conocer cual es el verdadero tesoro de Carmona, propiedad de la Hispanic Society, pida el catálogo completo que está en Nueva York. Se puede quedar de piedra.
Y no sigo. En octubre del pasado año, me llegaron noticias de la preparación de de esta exposición para Madrid y Sevilla. Como ahora se confirma y se abre al público, les dejo mi opinión, que no ha variado un ápice desde entonces. Escrito quedó con la fecha indicada en El matacán: “Hispanic Chochiety Manganti”.
Llegan noticias al matacán sobre la colección arqueológica de la Hispanic Society of America, en el sentido que se expondrá en dos capitales de España: Madrid, en el Museo Arqueológico Regional; y Sevilla, en lugar aún por decidir. Para los desmemoriados, les participo que la Hispanic Society es una institución privada, sita en Nueva York, y cuyo museo cuenta con miles de piezas artísticas excepcionales; joyas históricas de la cultura, desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna.
La Hispanic Society fue fundada por Archer Milton Huntington, allá por 1904, cuando en Carmona ejercía de alcalde Melchor Ordóñez; el rey Alfonso XIII pisaba la estación de Guadajoz, y el cura de Santa María guerreaba con el Ayuntamiento a cuenta de la imagen de la Patrona. Mientras, en diversos lugares del término municipal, el entrañable y caritativo Jorge Bonsor ya excavaba a diestro y siniestro, teniendo como sabueso a “Calabazo” y como próspero negocio la compraventa de vestigios arqueológicos. Actividad rentable, pues todos los días no se compra un castillo como el de Mairena.
De las piezas que Bonsor vendió, regaló o cambió, la mayoría pertenecen al Patrimonio Histórico de Carmona y volaron a diferentes puntos del mundo. Este patrimonio se nos mangó por la misma cara, de Bonsor, sin conocimiento de autoridad alguna, sin control y sin vergüenza. Muchas de ellas recalaron en la Hispanic Society of America (Hispanic Chochiety Manganti, en jerga pícara italiana de cosecha propia). Las piezas llegaron de la mano de su fundador: Archer Milton Huntington, amigo íntimo de Bonsor. Cómo sería esta amistad, de sincera y profunda, que sus cartas lo dicen todo: “He afilado las garras y llevo una bolsa enorme. En Sevilla hay material a espuertas y a orillas del Guadalquivir anidan algunas colecciones espléndidas. La verdad es que estoy cansado de echar el anzuelo en las aguas poco profundas de los arroyos del norte. A lo mejor esta vez pica algo todavía más grande que una merluza” (Huntington).
Otra amistosa perla: “Tengo instrucciones del señor Huntington de enviarle dos cajas que contienen antigüedades de Carmona. Las cajas salieron de Sevilla ayer vía Liverpool” (Bonsor). Otra misiva cariñosa: “Le envío dibujos y fotografías de los mosaicos romanos de los que queríamos deshacernos”. Y más amistad no cabe, pelas incluidas: “A lo largo de este año le he enviado los siguiente: dos cajas de antigüedades neolíticas, cartaginesas y fenicias de Carmona y su comarca, por valor de 6.700 pesetas. 13 cajas de mosaicos romanos con un valor de 5.500 pesetas que hacen un total de 12.200 pesetas. Mándeme usted un cheque con la cantidad a mi dirección de Inglaterra” (Bonsor). Si señores, a esto se le llama en mi pueblo comercio ilícito de obras de arte, y “tutto manganti”.
De los fondos arqueológicos de la Hispanic Society destacan los más importantes materiales de las necrópolis de los alcores de Carmona, entre otras y principalmente, de la Cruz del Negro. De aquí mismo; junto al actual cementerio carmonense. Pues bien, toda esta riqueza, nuestra, se verá en Madrid y en Sevilla. Y Carmona, a dos velas. Así que, a reivindicar, a reivindicar… hasta enterrarlos en el mar.
Ahí quiero ver a los responsables del Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Carmona gestionando la localización de piezas arqueológicas esquilmadas de nuestro suelo. Pidiendo, a la Hispanic Society, entre otras instituciones, las catalogadas con origen carmonense y su recibo de compra. Constituyendo un equipo jurídico que abra un frente para la recuperación del patrimonio, que unos pocos se llevaron. Vas vale tarde que nunca.
Hace ocho años, la Alcaldía de Carmona hizo un tímido acercamiento con la Hispanic Society sin resultado; y hace tres, la licenciada en Humanidades, A.E.M., realizó para la Universidad Pablo de Olavide un trabajo sobre este conflicto patrimonial con pelos y señales. Algo hay para empezar. Mientras tanto, si a la Hispanic Society no le supone mucho, (pecata minuta), podría donar para Carmona un sistema de iluminación para el Anfiteatro Romano que, de noche, sigue pareciendo la boca de una cueva de ladrones.
se puede decir mas alto pero no mas claro. Lo mas triste es que este equipo de gobierno ni siquiera se ha interesado por el tema. Cobardia o desidia. Enhorabuena denuevo Paco
ResponderEliminarjoe francisco , me as dejado de piedra, y donde dices que estara en sevilla las cosas robadas a carmona. mdesde luego es vergonsozo que en los tiempos que corren el ayuntamiento no se preocupe del tema , que nos la devuelvan ...
ResponderEliminarangel
Ya expusimos nuestra afoto de la exposición con el titulo de "Sin comentarios". Eso si, "el Bonsor", al que Carmona le tiene puesto el nombre de una calle, al rico ferroviario yanqui que además los gobiernos españoles no sé si incluido los republicanos (cuestión de tirar de hemeroteca o que D. Francisco Eslava nos saque de dudas) le concedieron montones de medallas al mérito de no se tpco qué, lo engañó como a un chino. De esa colección solo es de valor "incaculable" las tablas de marfil, ni siquiera la figura egipcia y nos tememos mucho que nos quedemos sin saber si fué Bonsor quien las encontró y ni mucho menos en Carmona. Un detalle para quién visite la Exposición, la localización de la Cruz del Negro es errónea. En cualquier caso, unos por conservar el sueldo y otros por incompetencia no dicen ni mú¡ Buen articulo D. Francisco.
ResponderEliminarA veces, a las personas se las entiende con el paso del tiempo y por su trayectoria personal: muy buen artículo no solo por lo que informa, que también, sino por la coincidencia de pareceres en cuanto a la incongruencia de intitular una avenida con el nombre de un avaro raptor de la Europa carmonensis. Saludos, Paco.
ResponderEliminarEs de lamentar lo ocurrido, pero el nivel cultural de la época no daba más de sí, salvo muy honrosas excepciones, como es el caso de D. Manuel Fernández López. Sin embargo, la labor de Bonsor, pese a lo que se cuenta y a lo que pudo haber ocurrido, debe ser reconocida y agradecida.
ResponderEliminar¿Por cierto, qué tiene que ver lo que aquí se trata con la bandera de la II República (gravísimo error político), cuando España tiene una bandera que además de constitucional es la histórica, la de siempre? Un motivo más y muy penoso de confrontación.
Pese a lo que se dice, Carmona debe estar agradecida a la labor de Bonsor. Fernández López, si viviera, podría dar buena fe de ello.
ResponderEliminarPor cierto, el uso de los colores de la bandera de España durante la II República me parece injusto y fuera de lugar. ¿Acaso no es democrática la bandera roja y gualda, aparte de ser constitucional y más histórica? Para mí y para muchos la Bandera de España es la que es y no otra. ¿Un motivo más de confrontación?.
Para los anónimos lectores preocupados por la bandera tricolor de esta columna:
ResponderEliminarComo habrán comprobado los colores de diseño de esta columna coinciden con los de la II República.
Maticemos para lectores ilustrados e intelectuales: No es la bandera de la II República; es la bandera republicana de uso civil, sin el escudo; símbolo de republicanismo. En este caso, esta columna lo lleva por que pretende tener presente los valores del republicanismo en un periódico digital liberal y de izquierdas como La Voz de Carmona.
Definición de republicanismo: “Republicanismo es la ideología para gobernar una nación como una república. Siempre se apoya en su oposición a la monarquía, aristocracia, oligarquía y dictadura. Por extensión, se refiere a un sistema político que protege la libertad y especialmente se fundamenta en el Derecho, en la ley, que no puede ignorarse por el propio gobierno. Se ha escrito mucho sobre qué tipos de valores y comportamientos deben tener los ciudadanos de una república para su desarrollo y éxito; se suele hacer énfasis generalmente en la participación ciudadana, valores cívicos y su oposición a la corrupción”. (Wikipedia).
Nadie discute la actual bandera de España, ni su legitimidad. Pero que la roja y gualda es la bandera de España “histórica, y la de siempre” es una falacia. (Leer Constitución de 1931- artículo 1º) Allá cada uno con sus colores preferidos. Les recuerdo a los defensores a ultranza de los colores rojo y gualda que cuando llevó en el centro el escudo con el águila, representó a una dictadura genocida, y cuando le pusieron recientemente una corona, está claro, que desde entonces representa a una monarquía hereditaria del sistema anterior; hoy constitucional. Pues, enhorabuena, la democracia nos permite tener preferencia históricas y de futuro sin que haya confrontación ¿Alguien habló de confrontación?
Confrontación no, aclaración sí.
MAS ACLARACION:
ResponderEliminarNada dice Vd. sobre la estrecha colaboración de Fernández López con Bonsor. ¿Cómo es que no lo denunció? ¿acaso F. López no fue un prócer de Carmona, que empleó su tiempo y dinero en ayudarle y en continuar su labor? ¿No es más cierto que las cosas no se valoraban como se valoran hoy?. Es de lamentar lo perdido, pero si no es así Bonsor nunca hubiera venido a Carmona, y quién sabe lo que hubiera ocurrido después.
Sobre la bandera, cierto que aquella Constitución estableció que la bandera de la República española es roja, amarilla y morada. Y aparte de no tener tradición, representó un elemento más de sectarismo, que nos llevó a una guerra civil. Incluso la I República mantuvo la de siempre, la que empezó siendo pabellón de la Armada (colores antiniebla) en tiempos de Carlos III, hasta que Isabel II en 1854 la estableció y confirmó como bandera de España (ya fue usada como tal antes). No creo que sea una falacia decir que la bandera de España es la que es y no otra. Me alegro que no discuta Vd. la legitimidad de la bandera. Yo aparte de considerarla legítima, pues juré defenderla, como creo que Vd. también, la amo de modo entrañable.
El Aguila se usó con los Reyes Católicos y con Carlos I, al menos que yo sepa. Y el Aguila estaba vigente cuando el pueblo español votó en referendum la actual Constitución. ¿Ha visto Vd. las primeras ediciones de ella?.
Eso que Vd. llama dictadura genocida no fue más que el inevitable y desgraciado resultado de aquella República de locura y degenerativa, que nos llegó por la actitud de un Rey acobardado que no supo estar a la altura de su responsabilidad. Aquella dictadura trajo estabilidad y prosperidad a España, que hizo posible la transición a una democracia que, pese a sus indudables defectos, ya dura algo más de una treintena de años, lo que no ha ocurrido nunca en la historia de España o de lo que queda de ella.
Otra cosa: No sabía yo que este periódico fuera de izquierda. Yo creía que era de derecha. Una pena.
Veo que la wikipedia es de veras popular. Con todo, a algunos no les vale para salir de sus trece. La ideología les impide advertir la evidencia. Tanto el autor como el comentarista anónimo incurren en contradicciones de bulto. A ver, ¿cómo es posible que el sistema actual sea heredero de la dictadura y constitucional al mismo tiempo? Ese "hoy" se remontan nada menos que a 1978. Ya sabemos, don Francisco, que no hubo ruptura formal, pero sí se produjo de fondo. Ruptura institucional en todo rigor. Y eso, como usted sabe, no fue graciosa concesión de los franquistas a la muerte de su "caudillo".
ResponderEliminarEl señor anónimo anda aún más desnortado, sin duda escucha mucho la COPE y, claro, eso confunde a cualquiera. Lo de no darse cuenta de que este medio cojea del pie izquierdo es de nota. ¿Cómo es posible que disfrutemos treinta años de prosperidad como "nunca en la historia de España" y a continuación diga "o de lo que queda de ella"? Si estamos en descomposición, ¿cómo es posible que seamos tan prósperos? En las soflamas neofranquistas copero-liberdigital, ni entro, claro. Allá cada cual con lo que quiera meterse entre oreja y oreja y ceja y ceja.
En fin, un saludo a todos.
Para Peuvecista:
ResponderEliminarEstamos de acuerdo, pero como comprobará, no hubo contradicción en mi texto;
al decir ""hereditaria" y "constitucional no me refería al sistema, sino a la monarquía como Jefatura de Estado.
Un matiz sobre la constitucionalidad de la actual carta magna:
para los únicos que no lo es, precisamente son los partidos de la época con siglas republicanas,
que no fueron legalizados hasta aprobada la constitución.
Salud.
Sí, pero convendrá usted conmigo que la legitimidad le viene a la monarquía de la Constitución y no de la dictadura, ¿no? Al igual que Venus, que salía con renovada virginidad del mar, la monarquía lavó su credencial y tomó atributos constitucionales y democráticos con el refrendo mayoritario del 6 de diciembre de 1978. El pueblo refrendó mayoritariamente "esa Constitución". Eso jurídica e institucionalmente es así.
ResponderEliminarPor otro lado, la exclusión de la que habla, que se extendió a otros partidos a la izquierda del PCE, se debe al Gobierno no democrático, o predemocrático (si quiere usted ser concesivo), de Suárez (julio de 1976 - junio de 1977). Ya del dije que, formalmente, la transición es reformista. Con todo, no debemos perder de vista que el pueblo español le dio su apoyo mayoritario (y democrático) a su partido, la UCD, en las elecciones de 15 de junio de 1977. Y si tanto PSOE como PCE fueron incapaces de arrebatarle la victoria, dudo mucho que IR o alguno otro hubiera sido capaz. Máxime cuando la tradición republicana había quedado severamente lastimada, casi borrada; y las dos únicas organizaciones que la gente tenía presente (en mente) eran el PSOE (memoria histórica, fue el gran partido de la República y, junto con su organización obrera, el referente de los trabajadores españoles desde finales del s. XIX) y el PCE (que se había batido el cobre contra la dictadura). Y nada más, don Francisco.
Un saludo.