jueves, 12 de febrero de 2009

La dictadura de los guisantes

El Bisturí. Por Manolo Martínez.

Siempre fue así, ¿por qué se iba a intentar ahora torcer las coordenadas del destino? Mendel, y sus jodidos guisantitos, corroboraron aquello de que cada uno es hijo de un solo padre. Que desde los cortijos hasta los lunares en las nalgas, todo se transfería por decreto natural, por ley, por respeto a los ancestros, por el bien común, por la perpetuación de la especie, es decir, por cojones, y nunca mejor dicho, pues al fin y al cabo eran éstos, y no otros, quienes, generación tras generación, transmitían, previas amorosas inyecciones, la sonrisa, el saber estar, la benevolencia, las cinco mil hectáreas de viñedos, la sabiduría, el yate, aquellos tics en el ojo, las treintas y séis sillas isabelinas, y, sobre todo, la media docena de letras que, ordenadas siempre de idéntica manera, daban lugar al apellido, el marchamo de la casa, la constatación irrefutable de que eres quién eres por que te pusieron el hierro nada más nacer.
En la India, si tú has nacido vaca, mueres vaca. Aquí, aunque con otros exornos, es igual. La casta es la casta. Pero,de entre todas estos traspasos mendelianos, ninguno tan singular como el de la cesión de puestos de trabajos vitalicios, sin más mérito que el de compartir el faldón del bautizo. Nos mentiste, Sartre, cuando nos aseguraste que un hombre no es otra cosa que lo que hace de sí mismo. ¿Y las circunstancias Jean-Paul?, ¿y los guisantes, Juan Pablo?, por cierto tu nombre me suena...que irónico es el destino. ¿Y las castas? ¿Y el apellido? ¿Quién escapa de su apellido? Mírate a ti mismo, ibas para grande de la literatura, del pensamiento universal, y te quedaste en sastre. Se te fue la vida cosiendo, pespunteando, recortando, hilvanando... palabras con las que, aún hoy, se visten muchos, pero que luego se desnudan de ellas en cuanto se enfrentan a ese arvejal que cubre nuestra piel de toro de guisantitos patriotas. Puede que lo mejor para ese arvejal sea un riego, requisito indispensable para la progresión de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario